¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar oculares? Parte I

En la anterior entrada comenté mis impresiones sobre mis oculares. Cuales tengo, cuales uso, cuanto cuestan, algunos consejos, etc. Esta vez voy a explicar un poco las características que debemos tener en cuenta cuando vayamos a comprar un ocular. Y es que son muchos los términos que encontramos por la red (campo aparente/real, eye relief, pupila de salida...) y que no alcanzamos a comprender, ni siquiera leyendo las complejas definiciones que encontramos. Por ello, es por lo que vamos a resumir y simplificar todos estos conceptos para que pasemos de la teoría a la práctica y que no nos equivoquemos al comprar los oculares.



Aunque se nos pueden pasar por alto, los oculares son la parte fundamental del telescopio. Un telescopio de miles de euros con un mal ocular no sirve de nada, al igual que un buen ocular en un telescopio normalucho mejorará, y mucho, ese telescopio. Es por esto por lo que normalmente se dice que, a la hora de comprar un telescopio, hay que tener en cuenta en nuestro presupuesto los oculares y no gastarnos todo en un buen tubo.

Partamos de la premisa de que un buen ocular es mejor que varios malos, por lo que no debemos tener en cuenta los kits y packs de oculares que podemos encontrar en el mercado. Además, si aceptamos esta premisa aceptaremos que es mejor gastarse 150€ en un buen ocular, que 150€ en tres oculares mediocres.

Dicho esto, empezamos. (Para los ejemplos tomaré como referencia mi newton 150/750)

-Elegir la focal. El parámetro básico de todos los oculares es su distancia focal. La distancia focal es un número que aparece en todos los oculares que suele ir desde 3mm hasta 40 y nos indica, por decirlo de alguna manera, el poder de amplificación de ese ocular. Los aumentos que ofrece un ocular se calculan con una sencilla fórmula que debemos conocer: aumentos = dist. focal telescopio/dist. focal ocular. Así pues, un ocular de 15mm nos ofrecerá 50x en mi reflector de 750mm de focal (750/15=50x). El límite máximo de aumentos que puede soportar un telescopio viene determinado por su apertura, considerándose el máximo aumento posible, el doble de la apertura en milímetros. Así, para mi 150mm, el límite teórico es de 300x (150x2=300x), pero ¡ojo! es teórico, sólo en condiciones excepcionales podremos llegar a ese límite, por lo que no es recomendable comprar oculares que nos ofrezcan tantos aumentos, ya que los usaremos muy pocas veces al año. En mi caso, no es adecuado pasar de 250x, aunque hay noches que he llegado a 350x y otras que no podía pasar de 150x... La calidad del cielo determinará los aumentos que podamos usar esa noche.
Resulta evidente que cuantos más aumentos utilicemos, más pequeño será el campo que veamos. Eso nos lleva al siguiente concepto.


-Campo Aparente y Campo Real. El campo aparente de un ocular es el diámetro del círculo de luz que el ojo ve. Se expresa en grados (º) y es otro dato que debemos conocer. El campo aparente suele ir desde 40º hasta 70º (llegando a 100º en oculares de pata negra. ¡Aquello parece un ventanal!) y nos indicará qué porción de cielo vamos a ver. Por su parte, el campo real es la porción de cielo concreta que el ocular nos va a permitir ver. Se calcula con otra fórmula que debemos conocer, Campo Real = Campo Aparente/aumentos. Así pues, mi 15mm de 50º de campo aparente, nos ofrecerá un campo real de 1º (50º/50x=1º).
¿Estos números no te dicen nada? Para hacernos una idea de lo que estamos hablando es necesario saber a qué equivalen estos números. Por ejemplo, la luna llena ocupa medio grado de cielo, pero, por contra, la galaxia de andrómeda (muuucho más lejana) ocupa más de 2º, cuatro veces más que la Luna.
La conclusión parece sencilla, cuanto más campo real, mejor. Es cierto que es preferible tener un ocular de 68º (los hyperion por ejemplo) que tener uno de 50º, ya que con el de 68º veremos más porción de cielo y con ello más estrellas, pero también hay que tener en cuenta que no vale de nada tener un ocular de 80º si, a partir del centro del ocular to de la imagen hace aguas. Es decir, cuanto más campo mejor, siempre que esté bien corregido. Sin embargo, hay casos en los que no necesitaremos mucho campo. Por ejemplo, para observar planetas no necesitamos tanto campo, ya que nos vamos a fijar sólo en un pequeño trozo de cielo. En cambio, para observar extensos cúmulos estelares (pléyades, hyades, M44, etc etc) disfrutaremos más cuanto más campo tengamos.

Hasta aquí hemos visto la parte más básica de los oculares. Estos datos son fáciles de recordar y, tanto el campo aparente como la distancia focal, suelen venir grabados en el propio ocular. Vamos a pasar a ver otros datos aparentemente más complejos, pero eso será en la próxima entrada. Si tenéis alguna duda de esta parte, podemos comentar e intentar solucionar las dudas.
 

Posted by Roberto | en 15:12

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Roberto,
Gracias por la respuesta. Soy el anónimo al que regalaron un telescopio en verano y me llamo Javier. Creo que voy a esperar a que acabes los artículos sobre oculares para decidir.
Otra cosa, ¿sabes de alguna asociación astronómica en Madrid que sea activa?, es decir, que haya salidas al campo de vez en cuando y que tenga un foro en Internet para cambiar opiniones.

Roberto dijo...

Hola Javier,

Me alegro de que te sean de ayuda mis entradas. Si tienes alguna duda, pregunta.
En Madrid hay varias asociaciones, dependiendo de la zona tienes AstroHenares (en Coslada), A.Complutense (Alcalá de H.), AAMadrid, AMadridSur (fuenlabrada). Yo pertenenzco a Astrohenares y es una de las que más proyectos y movimiento tiene (entre ellos, construir un radio observatorio), pese a su temprana edad.
Pero no hace falta que seas de una asociación para ir a las salidas. Solemos salir a Pioz(Guadalajara) unos cuantos aficionados de todas partes de Madrid (un buen día nos podemos juntar más de 25). te recomiendo que vayas. Estáte atento al foro de Astrohenares y, sobre todo, al foro Hubble, uno de los más grandes de España.

Un saludo,
Rober