Bitácora Estelar

¿Qué hace tanta gente en el campo con tanto ajetreo al atardecer? Pues nada menos que preparar sus equipos para disfrutar de una velada astronómica lejos de las luces urbanas. ¿lejos de las luces de la ciudad? Imposible. Madrid es capaz de producir sombras a más 100km en un sitio totalmente oscuro, como en el campo. Aunque no nos vayamos muy lejos normalmente, la explanada que veis no está nada mal para disfrutar de la astronomía. Se encuentra a medio camino entre Pioz y Loranca de Tajuña (Guadalajara) y tiene un horizonte oeste inaprovechable por la cúpula de luz que produce Madrid, pero tiene un muy buen Este y Sur, las zonas más interesantes.

Cada vez que podemos y, si el tiempo nos lo permite, salimos al campo unos cuantos astroadictos. Aunque había unas nubes cubriendo todo el cielo, nos plantamos allí más de 20 personas con esperanzas de poder observar algo. El tiempo se pasa volando y las conversaciones son de lo más interesante (y no penséis que sólo se habla de astronomía. Tenis, fútbol, pintura, sociedad, trabajo... todo tiene cabida.)

Aprovechando cualquier hueco entre las nubes pudimos observar bastantes cosas, sobre todo cúmulos globulares: M3, M13, M92 y M4 fueron abordados por casi todos los telescopios. También pudimos observar Saturno, nuestro vecino anillado, las nebulosas planetarias M27 y M57, estrellas dobles y galaxias como M81, 82, M51, M101 (es la primera vez que veo claramente M101), M104, etc.
Aunque hubo un momento que se cubrió prácticamente todo el cielo y la gente comenzó a pensar en recoger, pasado un rato el cielo empezó a abrir, descubriéndose entre las nubes la banda suavemente iluminada de nuestra Vía Láctea. Aprovechamos para observar varias cosas más y probar los distintos equipos. Los asistentes no tienen reparo alguno en prestar sus oculares, filtros y demás accesorios, por caros y valiosos que sean. Así como, enseñar a los compañeros ya conocidos y a los nuevos aficionados, los objetos que se van encontrando. Los futuros astrónomos aficionados siempre son bien recibidos, tengan o no equipo y conocimientos astronómicos, y un 100% de las veces se enamoran como nosotros de esta gran afición, la Astronomía.


Qué harán todos esos ahí, se preguntaran muchos. La respuesta es muy sencilla, como habéis visto: disfrutar de una gran afición y de una agradable y entretenida compañía, acompañados como siempre, de las estrellas.